El ecoturismo es una actividad que combina la pasión por el viaje con la preocupación por el medio ambiente. Los expertos que han tratado el tema sugieren como objetivos del ecoturismo la sostenibilidad, la conservación y la participación de la comunidad local. Además, le atribuyen la capacidad de permitir alcanzar los objetivos del desarrollo sostenible en las regiones con potencialidades ecoturísticas. Su crecimiento a partir de los años 80’s, se debe a los beneficios económicos que provee como turismo en la naturaleza. Este incentivo económico, quizás más que sus principios, ha dado origen a la expansión de este tipo de actividad ecológica. Algunos lo promueven como solución a la escasez de presupuesto para áreas protegidas, otros lo ven como un elemento básico de crecimiento económico.
Ixpicob es un claro ejemplo del desarrollo ecoturístico, un lugar para disfrutar del mar en un ambiente rústico y lleno de belleza que ofrece al visitante el turismo de aventura y el rural, a través de recorridos en el bajo, que es una formación arenosa, donde permite remojarte, retozar o estar simplemente en el mar; el arrecife artificial hecho con reef balls, es decir, formaciones esféricas huecas, que facilitan el asentamiento de organismos sésiles, incluyendo esponjas y corales, y el zampulché, semejante a un temazcal, donde la observación del entorno, los sonidos del ambiente, y la guía que te conduce a tu propio interior, hacen de este espacio algo realmente místico.