EL TRAJE TÍPICO DE CAMPECHE: BORDANDO UNA IDENTIDAD

“Y tus mujeres, flores campechanas, de dulce tono y voces sonajeras, con su donaire y garbo soberanas, como el grácil cimbrar de tus palmeras” (Poema Campeche, de Manuel García Jurado)

La indumentaria regional expresa la identidad cultural de un pueblo en un tiempo determinado. Los trajes típicos se fundan entre la vestimenta de una minoría étnica y la clase dominante en busca del arraigo y son a menudo son utilizados en conexión con eventos especiales y celebraciones, particularmente aquellas relacionadas con tradiciones culturales u orgullo, mostrando así nacionalismo o regionalismo.

El traje típico campechano está inspirado por la moda de las damas de alta sociedad del Siglo XIX y tiene sus raíces cuando la señora de  la casa regalaba a su servidumbre un ajuar completo muy parecido a los propios, así las crianzas (las mozas de servicio) renovaban su vestuario por partes durante el año; a esta tradición se llamaba “los cuatro estrenos” , y las vestiduras se utilizaban  para lucir durante las festividades más importantes de la ciudad: la fiesta de San Román, el Carnaval, La Purísima Concepción y la de San Juan.

Durante la celebración de la Feria de San Román se estrenaban los ajuares (ropa), que consistían en tres juegos completos, uno de salir que era de gran gala y dos destinados al  trabajo. El vestuario original de las crianzas, el de gran gala, con el paso del tiempo se convirtió en el actual traje típico campechano, mismo que en su conjunto lo integraban el corpiño, la sayuela y la camisa de silesia blanca con bordados totalmente blancos.

La vestimenta  es decorada con  hermosos diseños en la blusa,  la cual se borda a mano, el bordado original del cuello y las mangas que era de color blanco, paso a confeccionarse con hilo blanco y negro sobre tela blanca, cambios originados debido a la manera en que la mujer ha manifestado su duelo por el fallecimiento de algún ser querido, utilizando el color negro preponderante en su vestimenta.

Otra variante de la vestimenta de la mujer campechana fue la “camisa” estilizada, que asemeja un huipil, pero esta tiene el aspecto de una elegante blusa alargada que llega hasta los tobillos, que proviene de una combinación de la blusa de la campechana y el camisón de las antiguas damas españolas, resultando elegante y de porte para quien las luzca. En la actualidad, el traje típico con todos sus elementos, vestido, blusa, zapatos, adornos, tocados, continúa utilizándose para reuniones, actos y eventos sociales, en donde la vestimenta ayuda a reafirmarse y a mostrarse orgullosos de la campechanía.

La confección de esta hermosa artesanía, ha sido el sustento de doña Elsa María Pech Chan,  mejor conocida como Chela Chan. Ella vive en el poblado de Tenabo,  que se localiza al norte de nuestro Estado, a unos 35 kilómetros de la ciudad capital. Desde la infancia, doña Chela Chan ha contribuido a fomentar la identidad de este pueblo, “comencé desde niña a los 10 años con mi difunta abuela, Luisa Tun y ella me enseño desde entonces. Empecé a ir a la escuela, pero como éramos muy pobres, no termine mi primaria”[1]. Sin embargo, el dejar la escuela y casarse a los 15 años no aminoró el gusto que doña Chela sentía por el bordado y es así como entró de aprendiz de doña Concepción Caro, “doña Conchita trabajaba de eso y fui a pedirle trabajo y me lo dio, así empecé a trabajar. Un día mientras estaba con ella me dice: sabes que Chela, el día que yo me muera ¿quién lo va a trabajar?, apréndelo a armar, todo es a mano, aprende a armar tus costuras y tu lo vas a vender, aprende a pregonar en Campeche; y así fue como me puse a aprenderlo. Antes que ella muriera me dijo pos tu ya saliste con tu trabajo ahora trabaja tu sola”[2]

Con estas palabras de aliento y con la voluntad de una mujer trabajadora, comenzó a ofrecer su trabajo en la ciudad, “empezaron a comprar dos señoras de Campeche, una se llama doña Mayito y tiene su puesto, la otra se llama doña Vilma una maestra, que ya murió; su hija y su marido se quedaron con la tienda a seguir vendiendo”[3]. Aunado a eso, doña Chela también ha ayudado a fomentar en su comunidad este bello arte  “en esa época me pusieron como maestra de los costureros, eran  20 pesos quincenales y de ahí fue incrementando, porque es un apoyo; desde eso estoy en el costurero comunal. A veces también apoyo en el DIF, de 4 a 7 pm de lunes a viernes, tengo 15 alumnos entre muchachas y niñas, a todos le enseño”[4].

El oficio de costurera a pasar de su belleza es un trabajo muy laborioso, así que toda su familia tiene que intervenir en el proceso de confeccionar la ropa, ya que ella sola no se da abasto con los pedidos, “ahorita para la campechanidad hay muchos pedidos, pero como mis hijas me ayudan agarran sus pedidos, mis nueras igual, lo que ellas puedan lo hacen, mi nieta también costura, mis hijas todas costuran, yo les enseñe a todas a mis nueras, cuando vinieron no sabían nada, no sabían costurar.”[5] En esta labor tampoco se cuenta con hora laboral,  cuando hay  pedidos se trabaja  todo el día, solamente se levantan a hacer los quehaceres del hogar y se continua con el bordado hasta ya entrada la noche. El tiempo para terminar cada prenda depende del tamaño “cuando es así entero, tarda un mes para acabar un vestido, cuando es blusa son tres semanas”[6]. El precio varía según el modelo ya que se cobra por todo lo que se utiliza, hilos, el canevá, la tela, la armada pero sobre todo por el amor con que realiza cada bordado, cada hilo que a la par se va gastando junto con la vista.

Doña Chela Chan se ha caracterizado por la variedad de modelos que realiza y porque confecciona todas las tallas,  trajes infantiles, guayaberas, y además porque adapta sus modelos al gusto de cada cliente, “la tela depende como lo pidan, hay de lino o Jamaica, desde que empecé a trabajar uso esta tela de Jamaica, que es fresca. Aquí vienen y preguntan, hay a quienes no les gusta la tela de Jamaica y prefieren de lino, así que hacemos de todo”[7]  Incluso borda diseños que el cliente ve en televisión nacional “este lo pidieron por una novela que tenia uno de estos colores, pos así yo quiero uno, era una novela que se pasaba a las 9 de la noche”[8]siempre con una sonrisa amable complaciendo al exigente consumidor.

Los motivos que se bordan están inspirados en las flores de cebolla, calabaza y margaritas, detalles que engalanan en todo su esplendor las blusas de las mestizas. Las tendencias también están presentes en el traje típico pues a finales de los años treinta y con motivo del cuarto Centenario de la Fundación de la Villa y Puerto de San Francisco de Campeche, hicieron su aparición, los símbolos del escudo del Estado, los navíos, los barcos e imágenes de fortificaciones, todos ellos recordatorios del pasado portuario de la ciudad.  Doña Chela señala que cada Presidenta del DIF Estatal, ha ido modificando los adornos de la blusa estableciendo así lo campechano, y ella se ha adaptando a estas disposiciones, “cuando estaba doña Socorrito Cabrera hacíamos el barco, ella decía no hagan barco porque es la campechanidad antiguamente, hagan estas flores, cuando entro doña Lolita estas flores no son campechanas, los barcos son de Campeche porque aquí está el mar”[9]

Mujer orgullosa de su trabajo, el cual ha sido reconocido a nivel Estatal ganando varios concursos. La merecida fama y reconocimiento, ha permitido  que gente de otros estados lleguen hasta la comunidad de Tenabo para comprar las hermosas vestimentas “no solo vienen de Campeche, también de Champotón, Candelaria, Veracruz, México,  hasta los turistas cuando vienen a Campeche y van a Cancún pasan y si hay de su talla se lo llevan”[10]

Cada traje que confecciona es su manera de aportar identidad al pueblo campechano, es el orgullo de un trabajo honrado que se advierte con amor y dedicación.

 

Fuentes Consultadas
Elsa María Pech Chan. Entrevista personal, el 10 de Septiembre del 2014. Tenabo. Campeche
Lanz, Joaquin; La indumentaria en Campeche a través del tiempo, Gobierno del Estado de Campeche, Campeche, México, 2003, pag. 167
[1]Elsa María Pech Chan. Entrevista personal, el 10 de Septiembre del 2014
[2]Elsa María Pech Chan. Entrevista personal, el 10 de Septiembre del 2014
[3]Elsa María Pech Chan. Entrevista personal, el 10 de Septiembre del 2014
[4]Elsa María Pech Chan. Entrevista personal, el 10 de Septiembre del 2014
[5]Elsa María Pech Chan. Entrevista personal, el 10 de Septiembre del 2014
[6]Elsa María Pech Chan. Entrevista personal, el 10 de Septiembre del 2014
[7]Elsa María Pech Chan. Entrevista personal, el 10 de Septiembre del 2014
[8]Elsa María Pech Chan. Entrevista personal, el 10 de Septiembre del 2014
[9]Elsa María Pech Chan. Entrevista personal, el 10 de Septiembre del 2014
[10]Elsa María Pech Chan. Entrevista personal, el 10 de Septiembre del 2014