El pintoresco pueblo de Lerma se encuentra ubicado a siete kilómetros al poniente de la ciudad de Campeche. Motivo de inspiración poética, espacio de verano para la gente rica entre los campechanos antiguos, Lerma es sinónimo de la belleza de la cotidianidad de nuestra tierra. El visitante queda atrapado por la serenidad de un mar risueño y la gente siempre amable.
Fundada en lo que fue el antiguo pueblo maya de Tixbulul (lugar de inundaciones). Ubicado primeramente en Chankah (pueblo pequeño) cerca del barrio de Kila, Tixbulul se trasladó luego de padecer severas y continuas inclemencias climáticas a orillas del mar y esta ubicación se ha mantenido hasta nuestros días.
La villa de agricultores, pescadores y alfareros de Lerma debe su nombre a don Juan de Lerma, quien ayudó al Adelantado don Francisco de Montejo en armas, tropas y financiamiento para la Conquista de la península de Yucatán.
Motivo de inspiración entre los poetas, las orillas de este mar esmeralda y espumoso se fue poblando con personas de distintas procedencias. De acuerdo a estudio al respecto realizado por Marcial Gutiérrez (2006:13), entre los siglos XVII y XVIII los habitantes lermeros eran nativos de Sakmuch, Tepakán Calcachén, Nunkiní, Bécal, Tixcunchel, Chechemilá, Dontún, Hocabá, San Cristóbal de Mérida, Nunkiní, Pomolché, Oxcutzcab, Saptún, Yobaín, Sotuta, Ticul, Cusamá, Hecelchakán, Sinkín, Tekax, Halachó, San Cauich de la Seiba, Santiago de Mérida, Holail y Umán. Otros sin embargo eran de lugares más cercanos como del Barrio de Samulá y San Román.
Es de antaño la importancia del lugar, debido a su situación geográfica como punto costero. Por ello sufrió, al menos, dos ataques piráticos. En 1632 un capitán pirata de Cuba, conocido con el nombre de Diego “el mulato”, atacó con seis carabelas. Sufrió el ataque despiadado de Agramont y Lorencillo en 1685. El peor, sin duda, se dio en 1708, cuando el temible “Barbillas” anclara frente a Campeche y saqueara la población. Por lo tanto, no es de extrañar que se hubiese construido un enclave defensivo que lamentablemente se perdió.
Esta defensa pétrea conocida como “La Marina” existió durante dos siglos, de 1680 a 1880, pero fue destruido y su despojo calcáreo sirvió para la construcción de la estación del “Nuevo Tranvía Urbano de Campeche.
Durante la llamada “Guerra de Castas”, varias ciudades y pueblos que conforman la geografía estatal elaboraron cartas de adhesión, dirigidas al gobernador. El cacique José Nieb, a nombre de la República de Lerma manifestó su fidelidad al gobierno y su deseo de contribuir al orden.
Lerma también se adhirió al movimiento independista de Campeche en 1857, cuando diversos altos mandos de la comunidad, incluyendo el cacique y su república y el Juez de paz, entre otros, lo decidieran en una reunión. Sufrió el acoso de la intervención francesa, y durante el segundo imperio recibió la visita de la emperatriz Carlota.
No solo la actividad pesquera fue popular entre los lermeros también lo fue la alfarería, como complemento para buscar el sustento se recurría a la elaboración de objetos de barro como: tinajas, cántaros, cajetes y ollas tenían gran demanda, aquí manos lermeras construyeron el único monumento al padre de la patria que se encuentra en el parque del poblado, así como de una estatua de Benito Juárez y el Monumento a la Libertad que se encuentra en las riberas del Río Palizada.
A fines del siglo XIX para llegar a Lerma existía el tranvía, porque ahí era el lugar de descanso de conocidas familias campechanas, de ahí también los vestigios de casas señoriales que aún pueden observarse. Para la mayoría el acceso era por carreta y todavía más por vía marítima en los cayucos pesqueros.
Los tranvías cayeron en desuso con el advenimiento del ferrocarril y poco después de la línea de autobuses. Sólo hasta las primeras décadas del siglo XX se construyó la carretera que comunicaría a Lerma con la capital.
En anales históricos que hablan al respecto se da un sentido a lo que sería también un imán veraniego hasta nuestros días en la mencionada Playa Alegre hoy Playa Bonita:
“.. fue sumamente importante la puesta en marcha de los trabajos de la carretera Campeche-Champotón, al ligarse el pueblo de Lerma con los balnearios de Playa Alegre y el Club Náutico. El primer tramo fue construido por el personal de tropa que estaba de guarnición en la ciudad de Campeche. El día 9 de mayo de 1938, llegó a Seybaplaya el primer camión de rediles de la marca Ford, propiedad del Sr. Pedro Castillo. Luego se prosiguió acondicionándose el antiguo camino entre Playa Alegre y Seybaplaya…”
Otro suceso importante es la construcción de astilleros y del muelle, por ello alcanzó notable prosperidad con la pesca de altura del camarón y se construyeron en sus lides plantas congeladoras.
Enfrente de la iglesia el parque donde se relaja la ciudadanía en las bancas que cubren frondosos árboles que sirven de marco a los juegos infantiles, la estatua en honor al padre de la patria Miguel Hidalgo, la biblioteca pública y los dos pequeños negocios familiares donde se expenden las delicias propias de los mares. Lo más degustado: Panuchos y empanadas de cazón.
Este parque se llena de luz y risas con las tradicionales fiestas de los Reyes Magos del Carnaval y las de Octubre, dedicadas a Nuestra Señora de la Asunción, a cuya advocación está dedicada su iglesia.
En sus inmediaciones funciona la Planta Termoeléctrica Campeche y cuenta con el Balneario Playa Bonita antigua reminiscencia de Playa Alegre, donde efectivamente uno se alegra bajo el sol veraniego y el calor familiar.