El baluarte ocupa una superficie de 1.137 metros cuadrados, midiendo sus caras 33. 20 metros y sus flancos 14.52 metros. Su acceso se logra a través de una puerta que comunica con un patio cerrado o gola, del cual parte una rampa muy inclinada en dos planos. La puerta de principal acceso al baluarte está coronada por un escudo pontificio, el símbolo de San Pedro: las dos llaves del cielo y la tiara papal. Algunos historiadores han asociado a este baluarte a la sede del tribunal de la Inquisición.
Debajo de la rampa se penetra a un cuarto cubierto por una bóveda, de dimensiones reducidas, dedicado antiguamente como depósito de pólvora y municiones; frente a su acceso se encuentra otro cuarto de mayor tamaño, el antiguo cuartel. En medio de ambos estaba el aljibe que servía para el aprovisionamiento de agua. Subiendo la rampa se llega a la explanada, hecha de hormigón en la cual se levantan los merlones y banquetas, de piedra labrada. Llegó a poseer, en 1776, once cañones de fierro.
El baluarte ha sido usado para alojamiento de tropas y vivienda, como bodega y sede del Centro de Investigaciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia.