Como consecuencia de la guerra de los siete años, España perdió la Florida, el territorio de Luisiana y era obligada a reconocer ciertos derechos comerciales ingleses. Así, la situación de la Península de Yucatán se tornaba peligrosa. Ante este estado de peligro el Gobernador don Antonio de Oliver, comunicaba al ministro de Indias que Campeche era una fortificación irregular y que había iniciado obras exteriores situadas hacia las zonas de mayor peligro.
Entre 1779 y 1783, se propuso la ampliación de las líneas de defensa de la ciudad de Campeche: la construcción de baterías y reductos.
Se construyeron cuatro baterías, entre ellas la mayor, la batería de San Luis, que también se le conoció como San Miguel de Abajo, ubicada en la costa campechana a los pies del fuerte de San Miguel. La función de esta batería fue la de tener un conjunto de cañones protegidos que al disparar lo hicieran con fuego rasante, de modo que evitasen la aproximación de embarcaciones a la costa. La obra fue concluida en 1791; posee pequeños baluartes a los extremos de la puerta; Un foso de poca profundidad. Un zaguán en la puerta principal, habitaciones, cocina garitas hacía el mar y poseía un aljibe.