El antiguo núcleo de la actual ciudad de San Francisco de Campeche, junto con sus barrios tradicionales, constituyen una joya arquitectónica, orgullo nacional y Patrimonio Cultural de la Humanidad. Es en este corazón urbano donde late el espíritu campechano, que ha pulsado lleno de vida desde aquel 4 de octubre de 1540, día de su fundación, y ha irradiado hasta estos lejanos días, lleno de peripecias y victorias, especialmente, la de la existencia y permanencia de la ciudad de San Francisco de Campeche.
Dentro del núcleo urbano, lo que es el Centro Histórico, se embelleció la arquitectura y así adquirió una personalidad peculiar, por eso cada esquina, cada casa, cada zaguán, cada balcón, cada calle, tiene una historia que contar, añejos como son, han sido testigos de muchos sucesos, escenario de hermosos romances, fieras batallas y de múltiples entresijos cotidianos. Y es precisamente una de esas calles, señera y referencia entre todas las que se sitúan en el corazón de la ciudad, es la calle 59 antes denominada América.
Divide longitudinalmente en dos el Centro Histórico, y une la Puerta de Mar a la Puerta de Tierra. A su vez forma confluencia con otras calles de suma importancia, la calle 8 antes de la Muralla, la calle 10 antes de El Comercio, la calle 12 antes Colón, la calle 14 antes Moctezuma, la calle 16 antes Morelos, por tanto, la actual calle 59 es un ejemplo de buen trazo y concurrencia. Y así lo largo de esta calle se pueden encontrar casas de un nivel o dos niveles, lo que nos da idea de la liquidez económica de sus pretéritos habitantes.