San Francisco de Campeche

El Polvorín

Ingresar al museo del Polvorín es trasladarse a un pasado histórico en el que sus estilos arquitectónicos militares, civiles y religiosos rememoran a los mitos y leyendas del Campeche antiguo.

La mal llamada Casamata, cuyo nombre correcto es Almacén de Pólvora y comúnmente Polvorín. Se levantó al sureste de la población, sobre una pequeña loma, distante de unos cuatro kilómetros del asiento. Su construcción data de los años de 1725 y 1733, durante el gobierno de don Antonio de Figueroa y Silva, y evitaba el peligro que presentaba el depósito de ese material dentro de la población por el peligro de alguna explosión. El edificio presenta las características propias para este tipo de resguardo, tales como bóveda de cañón, un espacio circunscrito por una barda de mampostería y garitones con sus aspilleras.

Esta construcción se acompañaba de otras dos, retiradas unos 160 metros de la principal, una servía como cuartel para la tropa que resguardaba el almacén y otra más pequeña, que posiblemente se utilizaba como cocina y despensa, la cual fue construida después de 1789, ya que, de la relación de las fortificaciones de la Plaza de Campeche de Lucas de Gálvez de ese año, se señalaba la urgencia de erigirla para brindar un mejor servicio a la guardia.

En el pozo que se encuentra a un costado de la primera sala, se relata la historia de un capitán y la hija de un cacique, quien contrariaba el amor entre los dos jóvenes , y que en una ocasión se planteó la idea de matar al capitán, pero al enterarse su hija de tal intención, lo ayudó a escapar por el pozo; el papá al sorprenderlos se ofende y avienta a su hija al pozo y desde eso, se cuenta que las raíces del árbol que se encuentra dentro, simulan los cabellos de su hija.