Se tienen noticias de que en 1575 don Pedro Martín de Bonilla, un rico y piadoso vecino de la villa inició la construcción de la ermita, según informes que recibió el obispo de Yucatán don Gregorio de Montalvo en1582. La entrada de esta pequeña ermita debió mirar hacia el mar pues aún se pueden observar unas espadañas que se cree formaban parte de ella y en lo que actualmente es la sacristía existe un nicho que debió de ser parte del altar. Fue durante el siglo XVII cuando la iglesia se modificó ampliándose con la forma que actualmente tiene. El templo se concluye y se consagra en 1660, según reza una inscripción que se encuentra a un costado de la misma que dice: “Baltasar de Ordaz, 1660”, probablemente se refiera al benefactor o al constructor.
La iglesia es en forma de cruz latina de una sola nave, dividida por cinco arcos sostenidos por pilares de piedra que soporta un techo plano de rollizos que cubre toda la iglesia y muros lisos apoyados en contrafuertes. Su fachada consta de una puerta principal con arco de medio punto y dos puertas laterales, su balcón del coro y en el lado izquierdo se encuentra su torre de campanario. En fotografías de principios del siglo XX se puede observar a la iglesia rodeada por un atrio de mampostería y hierro forjado el cual hoy en día ya no se conserva en pie.