A través de las 10 salas con las que cuenta, podrás observar dos colecciones únicas en su género en toda el área maya, una consiste en las máscaras funerarias de jadeíta procedentes de las tumbas de los Divinos Señores de Calakmul y la colección de figurillas funerarias de la isla de Jaina. Conocer este museo representa un viaje en el tiempo que todo visitante debe de conocer.
Reducto de San Miguel
A poco más de un kilómetro del poblado de Lerma, construido en un cerro, se encuentra esta fortificación militar, abarcando una superficie de 3.858.37 metros cuadros. Con la finalidad de reforzar la defensa de la villa de San Francisco de Campeche, se inició la construcción del reducto de San Miguel, gracias al proyecto presentado por el Ing. Agustín Crame en 1779.
El edificio es de planta cuadrangular rodeado de un foso en donde se aprecian dos puentes: el durmiente, construido de mampostería; y el levadizo, de madera. Del lado de tierra presenta dos pequeños baluartes custodiando la puerta. El cuerpo de guardia, el oficial de dicho cuerpo, los alojamientos para la tropa, los almacenes de víveres, el de pertrechos y la cocina ocupaban los cuartos que rodean al patio central con aljibe. Sobresale su pasillo de acceso en forma ondulada, sistema defensivo que evitaba la entrada franca del enemigo, así como de los proyectiles. Su entrada está hecha de cantería y es de forma rectangular, rematada por un triángulo. En la parte superior tiene explanadas y parapetos, así como tres garitas que servían de albergue a los vigías, dos por el lado de tierra y uno por el lado de mar.