Catedral de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción
En el corazón del centro histórico de la ciudad de Campeche se yergue con sus esbeltas torres, la del lado del mar conocida como “La Española” construida en 1760 y la del lado de tierra “La Campechana”, edificada en 1850, la Catedral de la Inmaculada Concepción de María. Bellamente adornada con piso de mármol en su interior, con mosaicos belgas de color azul y rojo en su atrio, cuyo enrejado data del año de 1896. A la vez sobria y hermosa, esta edificación religiosa desde sus inicios jugó un papel fundamental en la configuración de la traza urbana de la ciudad. Ha constituido un punto de referencia obligado para quienes viven en la ciudad de Campeche o llegan de visita. Ha sido también la inspiración romántica del compositor campechano, donde se mezcla la fe, la historia y la arquitectura.
En su interior y exterior se han celebrado grandes acontecimientos religiosos: la bendición en 1705, la solemne consagración en 1835, las fiestas de 1855 con motivo de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción, la elevación a Catedral en 1895, la llegada del primer Obispo en 1896, el Congreso Eucarístico de 1950, entre otros, y bajo cuyo pavimento de su presbítero reposan los restos óseos de tres Obispos.
Símbolo de la grandeza del espíritu campechano, también ha sido testigo de la historia civil, del crecimiento urbano, del desarrollo económico, del acoso de piratas, del levantamiento de cada una de las murallas, de las transformaciones políticas y sociales, del surgimiento del Estado libre y soberano de Campeche, de las repercusiones de los conflictos armados de diferentes épocas, entre muchos sucesos desarrollados en tierras campechanas bañadas por las aguas del mar, aguas cotidianamente coloreadas por crepúsculos dignos de la más delicada contemplación.