El teatro Francisco de Paula Toro fue edificado por un grupo de vecinos de Campeche, a iniciativa de Don Francisco de Paula Toro, siendo el constructor el francés Teodoro Journot.
Dos años tardó la construcción del teatro. El 10 de agosto de 1834, los directores de la empresa dirigieron al ayuntamiento de Campeche un comunicado participándole la conclusión del Coliseo, como se le llamaba entonces, e invitándole a la inauguración, así como también al cabildo a aceptar un palco y nombrar juez del teatro, para conservar el orden público, prometiendo someterse al reglamento de policía que tuviese a bien dictarle. El ayuntamiento nombró como jueces a Carlos Aubry y a Domingo Barret.
La noche del 15 de septiembre de 1834, un extraordinario suceso tuvo lugar en la ciudad, rompiendo la monotonía de la rutinaria vida campechana; la inauguración del teatro. Ante los ojos de los asistentes se desarrollaron en la escena “Orestes o Agamenón vengado” y “La Jeringa”, éxito ruidoso de la compañía de don Rafael Palomera. Y el mismo éxito coronó las nueve restantes funciones que oportunamente se habían anunciado.