Existen pueblos que a lo largo de su historia han perdurado en el alma y la memoria colectiva de quienes lo visitan. Se han convertido en iconos de la herencia cultural de su Estado y son obligados puntos de encuentro y visitas. Hablar de Hampolol, es hablar de su glorioso pasado y su presente. Hampolol debe su nombre a vocablos de HAM: violento, rápido, pronto; POL: bruñir, pelear; LOL: flor, entonces Hampolol significa “Flor bruñida rápidamente” (Gómez, 2013, pág. 99).
Ubicado a 15 kilómetros de la ciudad de Campeche, sobre la carretera Campeche-Mérida, se llega al poblado del cual, desde principios de la Colonia ya se tenían noticias del lugar cuando el Cronista Fray Diego López de Cogolludo afirmó la aparición de la virgen del pueblo: “dos indios del pueblo de Xampolol, llamados Luis Nah y Lorenzo Balán, venían juntos de pescar de un riachuelo llamado en su lengua Xoctun, y se sentaron a la sombra de unos árboles recostándose a descansar. Mirando a un árbol y al pie de éste vieron una imagen de poco más de un palmo de derecha y enterrada por el pie como hasta cuatro dedos. Fueron a donde estaba y hallaron la tierra en circuito muy blanda y reconocieron era la imagen de la Madre de Dios del Rosario” (López, citado en Gómez, 2013, pág. 99-100).
En la época de la piratería, Hampolol también fue blanco de los ataques de los filibusteros como Laurent Graff o mejor conocido como “Lorencillo” en 1685. La población se defendió con bravía y batió a los enemigos, pasando este glorioso hecho a formar parte importante de su historia.
Hoy en día, Hampolol es una comunidad donde se conserva parte de la fauna en sus manglares y ojos de agua, mismos que se encuentran dentro de la reserva del área de los petenes. Según Ivette Torres (et, al, 2008, pág. 143) debido a su cercanía con el mar y a la naturaleza hidrogeológica cárstica del terreno, los petenes son lugares con diversos hábitats: ojos de agua que evolucionan hacia dolinas inundadas (cenotes), ojos de agua temporales o permanentes, canales angostos de intercomunicación entre los ojos de agua, y canales de marea. Además, el área y volumen de estos sistemas tienden a variar a lo largo del año y entre años, debido principalmente al régimen de mareas, las lluvias de verano, las lluvias extraordinarias de tormenta por temporales, huracanes y nortes, la obstrucción natural o inducida de canales y el azolve gradual por sedimentos calcáreos en algunos ojos de agua.
Dentro de la zona en la reserva de Hampolol la vegetación puede clasificarse en tres tipos: selva mediana, selva baja y sabana tropical. La selva mediana es la que más caracteriza la vegetación del lugar y al igual que la selva baja se encuentra poblando sólo los alrededores de los cuerpos de agua. Uno de ellos y el más conocido es el Ich Ha Lol Xaan o “Flor de huano dentro del agua”. Este ojo de agua, que es una afloración natural en la piedra caliza, comparte el espacio con un afluente de nombre Río Verde, que corre más o menos de sur a norte hacia donde se bifurca su lado izquierdo, desembocando al mar formando antes dos pantanos de agua salada, de difícil acceso y perfecto estado de conversación.
Estos cuerpos de agua se encuentran inmersos dentro de la reserva que hoy en día los ejidatarios del lugar conservan como un sitio con un gran número de especies de animales como el cocodrilo moreleti, la tortuga hicotea, la boa, la coralillo, la víbora de cascabel, la rana lechera, el sapo borracho, la zorra gris, zarigüeyas, gallinolas, el halcón caminero y murciélagos fruteros, insectívoros y hematófagos, entre otros.
La reserva, es un lugar de gran importancia, ya que sirve como protección de los animales que habitan los diversos ecosistemas entre el río y la selva, humedal, agua dulce y agua salada. Lugar excelente para observar animales en su hábitat natural y poder bañarse en las aguas de Ich Ha Lol Xaan y divertirse con la familia en las tirolesas, rapel y senderismo.
Una reserva ecológica atractiva para todo público en general y para todos aquellos turistas que pasan por Hampolol, lugar de encanto, paz y el canto de sus aves. Un lugar privilegiado con el fin de preservar sus recursos naturales e impulsar el ecoturismo.
