Campeche actualmente enfrenta retos compartidos con todos los Estados del país, que tienen en nuestro territorio consecuenciasque obedecen a características geográficas, sociales y económicas particulares. Los desafíos del cambio ambiental global como el calentamiento climático y la perdida de los ecosistemas naturales, exacerban los problemas como la pobreza y la desigualdad económica y social. La acelerada transformación agrícola, la tala exagerada e ilegal de especies forestales, la economía basada en la extracción incontrolada de minerales y otras muchas alteraciones, están haciendo que se replantee la importancia y el valor productivo de nuestros recursos naturales. Esta situación a favorecido la aparición de una conciencia ecologista basada en una intención no extractiva que contrasta con las visiones anteriores de explotación desmedida de recursos. Esta nueva ideología de la obtención sustentable de recursos ha sentado las bases para actividades productivas como el turismo de naturaleza.
Uno de los componentes que estimulan los viajes hacia un destino, es su patrimonio natural, recurso que en Campeche se encuentra en gran medida. Sin embargo, para impulsar el capital natural del Estado con una visión ecoturística es necesario considerar una serie de condicionantes, como por ejemplo los motivos que generan este tipo de turismo.
El turista ecológico prefiere conocer lugares con naturaleza “no contaminada” y poco degradada, tendencia que hace que la difusión y la protección de los “lugares exóticos” de un destino, juegue un papel estratégico. Igualmente este tipo de turismo considera estos viajes con fines educativos, dándole así importancia al turismo activo, en donde el aprendizaje tiene mayor influencia en contraposición con el reposo.
Para el turista de naturaleza es imprescindible que sean los propios habitantes de la región quienes se beneficien de los recursos naturales, por lo que existe una amplia cooperación internacional que fomenta los beneficios de la actividad turística en sitios con este perfil.
Ser ecologista implica un contexto muy amplio en el que practicar deportes en la naturaleza, llevar una alimentación sana, valorar la cultura y tradiciones autóctonas, habla del interés en conocer y apreciar el patrimonio de un lugar desde una perspectiva integral.
Considerar el perfil de la demanda y armonizar las tendencias globales del mercado con una estrategia de conservación y manejo sustentable del capital natural, exige acciones que vayan encaminadas a la obtención del conocimiento, la conservación y uso sustentable de las zonas protegidas, a la contingencia de factores de presión y amenazas, al fomento de la educación ambiental y a políticas de gobernanza. Encarar estos retos de manera organizada y comprometida, definirán la viabilidad del desarrollo económico y social a través del turismo de naturaleza, dándole un nuevo rumbo y esperanza a nuestro Estado.
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