Elaborado por el Dr. Pablo E. Mex Matos
El turismo en el mundo actualmente está cruzando por una profunda transformación, este cambio ya es reconocido y palpable, mostrando que de la actitud inicial pasiva tradicional y generalizada del viajero clásico, se está mutando hacia una actitud y actividad más participativa, de tal manera que se busca un acercamiento más personal, más estrecho y dinámico con la naturaleza…esto es el ecoturismo.
El ecoturismo es una actividad que implica el contacto directo con sitios naturales, sean protegidos o no, procurando su conservación, así como la generación de beneficios principalmente socio económicos en las comunidades localizadas en dichos sitios, con el propósito de mejorar su nivel de vida, pero sin alterar la identidad propia del lugar. A nivel mundial, esta actividad tiende a convertirse en un fenómeno de desarrollo sostenible que ayuda a preservar justamente los valores, tanto naturales como culturales, y que son los que constituyen la base del atractivo turístico, igualmente a ofrecer nuevas opciones socio económicas a las poblaciones locales, sobre todo en ciertas aéreas rurales de escasos recursos.
Dentro de este concepto de cambio, el turismo de aventura es el que viene registrando un aumento en su desarrollo e interés de los nuevos turistas inquietos, que buscan nuevas experiencias en un entorno con diferentes escenarios. Por lo tanto el ecoturismo ha cobrado una importancia creciente en los últimos años, avivada por la tecnología de la comunicación televisiva, tanto nacional como internacional.
El turismo de aventura es una combinación de ecoturismo con el deporte. Es en pocas palabras, turismo activo puro, exactamente lo que buscan los entusiastas de las emociones fuertes, los retos que producen taquicardia y las descargas potentes de adrenalina. No estamos hablando de las preferencias del turista típico de sombrero, lentes calcetas y bermudas visitando las urbes y grandes capitales, o países míticos en busca de reposo espiritual, con carga de energía cósmica y vibraciones positivas, o las pernoctaciones en lujosos hoteles y playas `paradisiacas con todas las comodidades en un ambiente puramente urbano y tecnológico, todo lo contrario: el ecoturismo y turismo de aventura ha desbocado con el ímpetu que lo caracteriza para afianzarse como una finalidad de viaje que no deja de ganar adeptos y adictos. Los operadores conocen esta nueva tendencia como “eco-aventura” y cada vez son más los “eco-aventureros”.
El repertorio de actividades de eco aventura es muy amplio y con la mente inquietante del aventurero en perfecta formula con la naturaleza, sigue creciendo cada vez mas. Los deportes más comunes dejan de serlo cuando los practica un aventurero: el ciclismo de montaña, el kayak, la escalada, por citar unos pocos, se convierten en experiencias llenas de emoción cuando se realizan en entornos y paisajes de inigualable belleza reservados solo para unos cuantos que buscan experiencias extraordinarias y que además se muestran siempre respetuosos de este entorno ecológico. Dentro de estas actividades podemos encontrar algunas que implican diversos grados de dificultad, exclusivas para expertos y temerarios. Por ello es preciso tener presente que hay actividades que cualquiera puede realizar sin ningún tipo de asistencia, y otras que requieren el acompañamiento de un guía, o un profesional, así como un entrenamiento previo, a veces complementado con cursos de orientación, primeros auxilios y manejo del equipamiento requerido para cada actividad a desarrollar.
Sin duda, en la práctica del ecoturismo y turismo de aventura, hay actividades capaces de ponerle el pelo de punta al más pintado, pero con la tecnología y los equipos y materiales actuales, nos brindan una seguridad adicional siempre que se respeten las especificaciones de las mismas, siendo responsables, conscientes, prudentes y mesurados para el buen término de la experiencia.
Es de sobra conocido en todos los ámbitos, el elevado potencial turístico que existe en el estado de Campeche. Actualmente es palpable el interés que se refleja en los medios de comunicación para mostrar y promover el desarrollo de esta actividad, pero desafortunadamente y por diversas causas no hemos superado la etapa promocional y de operación turística, que si bien llega a nuestra entidad por las escasas alternativas de comunicación, no encuentran la oferta de atención adecuada y profesional por las operadoras turísticas locales para conocer nuestros numerosos atractivos. Así mismo, es prácticamente nula la organización, programación u oferta de servicios para desarrollar los diversos campos de acción que esta actividad contiene.
Con las posibilidades mencionadas anteriormente, que confirman el elevado potencial turístico de aventura y ecológico con que contamos, es menester organizar a través de una planeación adecuada, la operación y el desarrollo de paquetes de viaje de todo tipo asistidos por profesionales y empíricos, conocedores de nuestras bellezas naturales, históricas y arquitectónicas considerando la factibilidad de realizarlos como altamente positiva y rentable, tomando en cuenta que se crearan fuentes de trabajo importantes para la población local y del medio rural, así como una derrama económica atractiva para el comercio y prestadores de servicios al aumentar el flujo de visitantes en un porcentaje importante a mediano plazo y excelente a largo plazo, que traerán al estado dinero nacional o divisas frescas en abundancia para lograr estancias hoteleras, que estoy seguro serán mas dilatadas.
