EL ARTE POPULAR DE DON PEDRO DZULUB

“Lo que dice la obra de arte no es su contenido manifiesto sino lo que dice sin decir: aquello que está detrás de las formas, colores y palabras…”. (Octavio Paz, 1998).

Todo grupo humano, en las distintas épocas y civilizaciones, ha plasmado su visión del mundo a través del arte en todas sus manifestaciones. Cada artista interpreta la realidad a su manera y esta forma de expresarse no niega sino que afirma su pertenencia a una cultura. México es el encuentro entre dos culturas, y es en el arte popular donde mejor se han sintetizado los rasgos del mestizaje. Es el arte popular el vínculo entre las diferentes etapas de la evolución histórica.

Cada persona que produce con sus manos ha sido influenciada por sus raíces históricas y por su propio imaginario. Es aquí donde mujeres y hombres ponen en juego la habilidad de sus manos y lo rico de su imaginación para conseguir obras relacionadas con su individualidad, con la comunidad a la que pertenecen y destinada a satisfacer las necesidades de la misma.

Las formas creativas y el uso del color se han conservado durante siglos en los textiles, las tallas, la cerámica, los juguetes y aún en la madera. Sus artistas son las gentes humildes del pueblo y de los distintos grupos indígenas que han sabido preservar y alimentar día a día el amor de los antepasados al color, a la armonía y a las formas[1].

En su pueblo Santa Cruz Ex – Hacienda en el municipio de Calkiní, aún se puede escuchar por las mañanas el rechinar del acero al corte de la madera cuando don Pedro Dzulub Ortega, de 78 años, manipula su rustico banco al darle forma y vida a un pedazo de madera de huiro y formarlo en un batidor para chocolate: “Mi abuelito se llamaba don Felipe Dzulub, el me enseñó desde que tenía 8 años haciendo batidores chiquititos, además me enseñaba a realizar yoyos, trompos, baleros y batidores, después que aprendí toda clase de madera, me enseñaron las piedras, cortar y labrar piedras”[2]

“Soy nacido en mero Santa Cruz Bravo, Quintana Roo, estudie mucho las ciencias ocultas, como el juego de mano y de magia. También soy curandero y recuerdo mucho el caso de un señor que me trajeron casi muerto, ya le habían puesto la última inyección en Maxcanú, Yucatán y había pasado con dos yerbateros, pues cuando llegó conmigo lo curé y en agradecimiento me techó mi casita, porque antes era de lamina, tengo también diplomas  todo por mi trabajo. Trabajo dos clases de madera, el Uayacán y el Wiro, manejo los pedazos de tronco de 20, 12 y 15 pulgadas para hacer los batidores; los más chicos son de 5 y 6 pulgadas de grosor. Al día hago un batidor o dos y cuando estaba muy bien de mis pies hacía hasta tres o cuatro batidores al día[3]

“Antiguamente mis batidores los vendía en $2 pesos, y $1.50, después a $5 pesos, ahora salen a $150 los grandes muy bonitos y los calados a $200 pesos, pero como ya no veo mi esposa es la que lo cobra y ella me ayuda. Todo mis batidores, molcajetes, coco de chile y chileros los realizo en mi viejo banco de madera, y ahí en la maquina eléctrica se hacen valeros, yoyos, trompo y otras clases de jugueterías. Cuando tengo muchos pedidos me levanto a las cuatro de la mañana, voy cortando y lijando para cuando den las 11 ya esté adelantado y terminado mi trabajo[4].

“El 21 de febrero cumplo 50 años de casado, tengo tres hijos, dos mujeres y un varón y el único que sabe hacer este trabajo es un nieto, pero ya no viene a trabajarlo conmigo. Yo le enseñé, hasta le regalé un torno eléctrico, que creo ya lo vendió, no  cuidan las cosas como yo  que tengo todo acá, mis cortadores y mis punteros. Cuando ya no esté en este mundo ya nadie va a trabajar esto, espero un día me recuerden por todo lo hecho y trabajado en la madera[5].

El arte popular mexicano es un elemento de una cultura que refleja la historia y la identidad de un país. Se trata de manifestaciones artísticas producidas por comunidades autóctonas que a través de sus obras interpretan y dan sentido a la vida. Don Pedro Dzulub, orgulloso de sus manos y su obra.

Fuentes Consultadas
Pedro Dzulub Ortega. Entrevista personal. 16 de febrero de 2015. Ex Hacienda Santa Cruz, Calkiní, Campeche.
[1]http://www.elportaldemexico.com
[2]Pedro Dzulub Ortega. Entrevista personal. 16 de febrero de 2015.
[3]Pedro Dzulub Ortega. Entrevista personal. 16 de febrero de 2015.
[4]Pedro Dzulub Ortega. Entrevista personal. 16 de febrero de 2015.
[5]Pedro Dzulub Ortega. Entrevista personal. 16 de febrero de 2015.