Elaborado por LAET. Hugo Del Río Richaud
La Organización Mundial de Turismo define la seguridad turística como la protección de la vida, de la salud, de la integridad física, psicológica y económica de los visitantes, prestadores de servicios y miembros de las comunidades receptoras, concepto que dada su influencia al momento de la valoración de la oferta, incide directamente en la competitividad de un destino turístico.
La seguridad que se perciba de un país o región, es una variable determinante en el proceso de decisión del turista, ya que otros atributos como la belleza, el costo o la distancia pueden opacarse si el destino no ofrece las condiciones aptas de protección. No hay nada más caro y que disuada más al viajero, que la inseguridad.
Es importante subrayar, que la seguridad es una variable subjetiva que se interpreta de acuerdo al segmento del que se forma parte, es decir, los jóvenes y personas de la tercera edad consideran distintos parámetros al evaluarla, condición que hace indispensable analizar este tema desde una óptica específica.
La seguridad turística debe contemplarse dentro del sistema de seguridad integral de un destino pero con sus propios indicadores y ejes de trabajo. Para ello, se consideran como premisas la seguridad del visitante durante los tres momentos de su viaje: en la selección y compra, al inicio y durante el viaje y por último en su estancia. Así mismo, el posicionamiento de la comunidad receptora en el mercado con una imagen de seguridad, que permita percibir espacios exentos de riesgos reales o potenciales.
Un clima de tranquilidad y paz social, aporta elementos indispensables para el diseño de políticas públicas y la implementación de acciones que involucren a todos los niveles de gobierno y a la comunidad, creando de esta manera una atmósfera social que le da una ventaja competitiva al lugar y que estimulan el potencial del mismo. Prestadores de servicios, autoridades y sociedad en general, están llamados a procurar desde el área de su competencia las condiciones necesarias para que el turista disponga siempre de la mejor información, que el entorno de los lugares que visita estén en óptimas condiciones, procurar la presencia policial, la disponibilidad de los atractivos y actividades que desean gozar y el trato amable y eficiente que cualquier invitado espera recibir por parte de su anfitrión.
Lo anterior nos lleva a reflexionar sobre la relación que tienen todos los actores que intervienen en el tema de la seguridad turística a fin de lograr el mejor grado de satisfacción de los visitantes y de la comunidad receptora, trabajando simultáneamente realidades y percepciones encaminadas a mejorar el atractivo del destino. Toda acción que vaya encaminada a reforzar la seguridad y paz social será siempre un acierto.
Es cuanto.